10 días en Marruecos: Fez, Chefchaouen y Merzouga

Día 1: Llegada a Fez

Son las 9pm y llegamos a suelo marroquí. Salimos del avión y wow 😮 ¿qué es este horno al aire libre? Aire caliente, seco y arenoso entrando en nuestra garganta. Hacemos el papeleo propio de cuando llegas a un país que no es de la UE (rellenar el papelito con tus datos, dónde vas, donde te alojas, de dónde vienes, etc.) y nos vamos a esperar a nuestro taxi.

Después de estar una hora esperando a nuestro taxista y de varias llamadas en un inglés muy básico (tómatelo todo con mucha calma), atravesamos la puerta azul que da comienzo a Fez el Bali y llegamos a una medina donde la noche ya había caído. Ambientillo callejero pero ni una sola mujer. Nos vamos directos al hotel.

Día 2: Perdiéndonos por Fez

Nos despertamos en un “Dar” que dice ser un “Riad”, y nos vamos a desayunar. Nuestro primer té con menta, mm delicioso 😛 , unos crepes marroquís y una cucarachilla paseando por el patio.

En el desayuno nos encontramos con otros turistas y nos dijeron que iban a visitar la medina con una guía porqué sino habían leído que era imposible. N y yo nos miramos el mapa y pensamos, nosotros nos buscamos la vida que será más divertido. 😀

De lo que más me gustó de este viaje fue la medina de Fez, un entramado de calles estrechas en el que hay que perderse para encontrar sus lugares más pintorescos y de vez en cuando prestar atención para ver los puntos turísticos. La clave es tener como referencia sus dos calles principales la Talaa Kebira y Talaa Seguira.

Medina de Fez

Empezamos nuestra ruta visitando la madraza de Bou Inania, una de las dos más importantes pues la de Al Attarine no recuerdo porqué pero estaba cerrada. De allí nos dirigimos a las profundidades de la medina hacia las curtidurías. De camino nos topamos con la Mezquita Al Karaouine, donde no se puede entrar, pero se puede ver su patio desde fuera.

Después de esta parada, entre zocos y que nos íbamos perdiendo, tardamos un rato en llegar a las curtidurías de Chouwara. Cuando estás cerca de ellas te das cuenta de porqué empiezan a querer venderte de todo, todos los dependientes de las tiendas te quieren acompañar a su terraza para ver el panorama.

Subimos a una de estas terrazas y contemplamos la vista, un sitio imprescindible donde ves a los artesanos trabajar las pieles, curtirlas y teñirlas. Eso sí, prepárate para un mal olor horrible, el proceso de curtido pasa por orina de vaca y excrementos de paloma. Te darán una ramita de menta para aguantarlo mejor. Yo quería bajar hasta las propias curtidurías, pero mientras bajábamos los escalones y iba viendo los artesanos trabajando con las pieles se me metía el olor en todo el cuerpo y no fui capaz, una pena, porque lo que se cuece ahí es de lo más auténtico de Fez.

A pesar del olor, después nos fuimos a comer, salimos de la medina y nos dimos un paseo a refugio del calor por los jardines Jnan Sbil hasta llegar al Mellah, el barrio judío. Es un paseo curioso para ver la arquitectura judía de la ciudad, también había un zoco lleno de gente local. Vale la pena salir de lo más turístico para ver qué hace la gente de la ciudad. De allí llegamos al palacio real para contemplar sus magníficas puertas doradas.Nos vamos a cenar pronto y volvemos al hotel.

Sinceramente no sé si Fez es peligrosa o no, pero la medina tiene fama de ser conflictiva a partir de las 12pm. Nosotros a las 10 ya estábamos en el hotel y a esa hora el ambiente aún era correcto pero tampoco te recomendaría volver mucho más tarde.

Día 3: Chefchaouen

Nos despertamos súper pronto, cogemos un taxi (¡siempre pactad el precio antes de subir!) y nos vamos a la estación de bus de CTM. ¡Nos vamos a Chefchaouen! Habíamos comprado los billetes por internet y la verdad que todo fue bien. Aunque llévate una biodramina porque la carreterita que te lleva hasta la ciudad azul tiene unos paisajes muy chulos pero unas curvas…

Una vez allí, esta mini ciudad es preciosa. Suuuuper turística pero aún así, de lo mejorcito de todo el viaje. Hay un ambientillo hippie con un rollo muy friendly, con música en directo por la noche en la plaza principal. Al ser una ciudad/pueblo la sensación era muy acogedora, más que en Fez, pues en Chefchaouen era de noche y la plaza estaba llena de hombres, mujeres y niños.

Es un lugar que en una tarde te lo has pateado pero merece que le dediques unas horas para disfrutarlo. Nosotros paseamos toda la tarde y acabamos en el río, donde la gente pone mesas y sillas de plástico en la misma agua para refrescar los pies y pasar el calor.

Día 4: vuelta a Fez

Nos despertamos en la ciudad azul y aprovechamos la mañana para hacer algunas fotos sin gente. Después caminando volvemos a la estación de bus y de vuelta a Fez.

Una vez en Fez nos dimos otro paseo sin rumbo por su increíble medina y a descansar al hotel.

Día 5: hacia Merzouga

Son las 8:00 am y nuestro conductor nos está esperando para salir rumbo al desierto.

Si no sabes como llegar al desierto, aquí te dejo mi post de organizar esta excursión. 😉

La ruta de Fez a Merzouga no tiene mucho a destacar a nivel cultural. Los paisajes son curiosos de ver. Subirás y bajarás el Atlas y conforme te acerques al desierto empezarás a ver kasbahs y palmerales.

8 horas después de salir de Fez, llegamos a unas carreteras rectas y un paisaje llano, y allí estaban, unas dunas naranjas asomaban al fondo, ¡impresionante! 😮

Una vez llegamos al hostal, hay que empaquetar y empieza la aventura. Sinceramente es una actividad muuy guiri pero ostras el desierto es el desierto y merece la pena. Nos subimos a unos dromedarios acompañados por un grupo de más turistas y cogimos rumbo hacia las haimas en medio de las dunas. Después del dolor de culete del paseo estamos llegando al campamento y se abalanza sobre nosotros una tormenta de arena. Mientras el viento sacude las dunas, la arena nos golpea violentamente en el cuerpo y se nos rebozan los ojos. Pero bueno esto sí que es auténtico, ¿así que qué más queremos? XD

Después de cenar salimos fuera de las haimas con el grupo de gente y entre música y risas la tormenta se disipa y voilà! Ahí está el cielo estrelladísimo, una pasada 🙂 . Para mí fue una experiencia muy chula y además hicimos migas con una pareja de argentinos,  Paloma, Germán, ¡saludos des del otro lado del charco! 😀

Os continúo explicando el viaje, en la segunda parte: Marrakech y Rabat.

🙂

Marina


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