O Porto y Norte de Portugal
¡Buenas!
Soy Marina y hoy os traigo una escapada por el norte de Portugal que hice el año pasado en Semana Santa. Como ahora todos estamos planeando vacaciones os traigo esta propuesta.
Los que me seguís en Instagram sabéis que el último viaje que hice fue a la India, pero como ahora mismo no son fechas muy adecuadas para ir (hace demasiada calor) os reservo el post para más adelante.
RUTA
Nuestro viaje a O Porto duró 6 días y lo iniciamos desde la frontera con Galicia. Aquí podéis ver la ruta que hicimos:
Nos decidimos a hacer esta ruta porque después de pasar unos días en familia en Galicia queríamos visitar la parte más cercana de Portugal. Nos limitamos a buscar pueblos y ciudades con encanto cerca de Galicia para seguir una ruta tranquila.
A veces parece que hacer turismo en áreas tan pequeñas pueda decepcionar por falta de lugares must del país, pero la verdad es que nosotros cada vez somos más fans de viajar así. Menos turismo y más lugares desconocidos e increíbles.
Día 1. Braga
El primer día cruzamos la frontera con Galicia por el Parque Nacional Peneda-Gerés y paramos a comer en un pueblo de camino a Braga. Los paisajes que hay hasta llegar allí son merecedores de hacer unas cuantas paradas para hacer fotos.
Una vez en la ciudad, dimos un paseo por el casco antiguo. Braga es una ciudad muy religiosa, así que destaca por sus iglesias y su catedral.
Otra visita interesante es el palacio episcopal que tiene unos jardines llenos de flores. Nosotros llegamos en un día festivo y la ciudad estaba repleta de vida. N tuvo suerte de que las tiendas estuvieran cerradas porqué había muchas y muy interesantes. 😛
Una cosa que nos quedó pendiente en Braga fue visitar el santuario de Bom Jesus do Monte, una atracción turística muy importante de la ciudad. Otra vez será… 🙄
Día 2. Guimaraes y O Porto
El segundo día por la mañana nos vamos a Guimaraes. Es uno de los pueblos más turísticos del norte y también tiene fama de ser uno de los más bonitos. Además fue declarado Patrimonio de la UNESCO. También es un pueblo con historia, pues se dice que “aqui nasceu Portugal” y es que en esta villa nació en 1139 Alfonso I, primer rey de Portugal.
Hay dos zonas a visitar en el pueblo. Primero la zona del castillo, donde encontrarás el Palacio de los Duques de Bragança, del cuál destacan techos, tapices y mobiliario, y la capilla donde dicen que fue bautizado el rey.
La otra zona a visitar es el casco antiguo con callecitas medievales y plazas muy chulas.
Por la tarde ya nos dirigimos hacia O Porto para acomodarnos en nuestro apartamento. Disfrutamos de la primera vista de la ciudad desde el puente de Don Luis I, un atardecer precioso! Es la foto de portada de este post.
Día 3. O Porto
La ciudad de O Porto está dividida en dos zonas, la parte alta y la parte baja a orillas del río Duero.

Empezamos el día bajando hacia la parte baja por el barrio Do Barredo, unas callejuelas antiguas, deterioradas y con un aire especial entre la catedral y la orilla del Duero.
Una vez en la orilla, la Ribeira, nos paseamos por las terrazas viendo las coloridas fachadas. Es uno de los paseos más emblemáticos de la ciudad, nosotros cenamos por allí un par de veces.

Después de pasearnos por la Ribeira, como dos buenos economistas visitamos el Palacio de la Bolsa, sede de la Cámara de Comercio de Oporto. Pero no es una bolsa convencional, tiene unas estancias de palacio muy bonitas, entre las cuales destacan la sala Árabe y el Patio de las Naciones. Fue una visita de pago y con guía, pero es una buena manera de conocer un poco de historia de la ciudad y el comercio de Portugal.

Seguimos caminando por las calles del casco antiguo y nos topamos con la famosa Torre de los Clérigos un símbolo de la ciudad y desde donde se puede disfrutar de unas buenas vistas, eso sí ¡pagando!
Desde allí nos dirigimos hicimos una parada friki que no podía faltar: la librería Lello e Irmão, de la que obtuvo inspiración J. K. Rowling, para la saga de Harry Potter. Y no es para menos, es una librería chulísima, fundada en 1869 y repleta de historia.

Ya bastante cansados y por hacer la gracia nos subimos a un tranvía yendo hacia la estación. Supongo que ya sabéis que los tranvías de Oporto y Lisboa son la típica foto de las ciudades portuguesas, entrar en ellos parece un viaje en el tiempo. Pues bien, nos llegamos hasta la estación de San Bento, del siglo XX donde destacan sus murales de azulejos.
¿Bueno menudo día no? Mereciéndonos un descanso, cruzamos el puente de Don Luis hacia Vila nova de Gaia y nos sentamos en la terraza de la bodega Sandeman para probar un par de vinos.
Os recomiendo leer un poco acerca de las variedades antes de ir a probarlos a Vila nova de Gaia, para así saber exactamente que estás pidiendo. Para mí fue una de las mejores experiencias en O Porto, disfrutar de un delicioso vino con vistas a la ciudad. 😛

Acabamos cenando en uno de los restaurantes de la Ribeira, en el Fish Fixe comiendo un pulpo asado ríquisimo.
Día 4. Oporto y Amarante
Nos queda todavía una mañana y la pasamos visitando la Sé, la catedral de la ciudad, que nos quedó pendiente y no puede faltar. Es uno de los edificios más antiguos y destaca su claustro decorado con azulejos. Está situada en la parte alta de la ciudad y desde allí se obtienen unas vistas muy chulas.
Después de maravillarnos con esta ciudad tenemos que dejarla para hacer rumbo hacia el interior. Nuestra siguiente parada es Amarante.
Amarante es una villa con un casco antiguo muy bonito por el que pasa el río Tâmega. Al llegar ya nos encantó el paseo del río y la vista del puente y el casco antiguo. Además es el pueblo natal de São Gonçalo, el San Valentín de Portugal.
Es una visita muy rápida ya que realmente no tiene muchos puntos de interés, pero sí que tiene una foto encantadora. Nosotros visitamos el monasterio de Sao Gonçalo y la iglesia de São Pedro. Como véis es un paseo que se puede dar en una tarde tranquilamente.
A nivel gastrónomico cabe destacar que en esta zona se hace el “vinho verde”, nosotros lo probamos comiendo un menú muy correcto en el restaurante Zé da Calçada.
Día 5. Bragança
Es nuestro último día en Portugal y vamos a visitar la villa de Bragança. Envuelta del Parque Natural de Montesinho y con una bonita ciudadela para visitar, vuelve a ser una visita muy chula y de slow travel jeje.
Subiendo las calles de la ciudad nueva llegamos a lo alto de la colina con el recinto amurallado donde predomina el castillo del siglo XIII. Lo que más me gustó de esta ciudad fueron las callecitas que rodean el castillo, calles medievales, con flores y a lo lejos montañas verdes, una foto preciosa.
También hay una visita interesante a parte del castillo, el domus municipalis, un edificio civil del siglo XII con forma cuadrada y con arcos, que fue usada como Cámara Municipal de Bragança.
En esta excursión comimos en la parte nueva de la ciudad, concretamente en Restaurante Poças, creo que fue el sitio donde mejor comimos esos días.
Como véis es un viaje muy tranquilo aunque en O Porto alomejor hubiéramos estado algún día más, principalmente porque es una ciudad preciosa.
¿Qué os ha parecido esta ruta por el norte de Portugal? ¿Habéis visitado alguno de estos lugares?
¡Nos vemos en la próxima aventura! 😀

¡Buenas! Soy Marina, hermana de Alba, y desde que empecé a cogerle gustillo al mundo de la fotografía me convertí en su “detrás de las cámaras”. Con la tontería ya hace 4 años que Alba posa para mí. Además de eso me encanta viajar y escribo posts de mis aventuras por el mundo. Todas mis fotografías de viaje las recojo en mi Instagram, ¿te pasas y viajas conmigo?
Finalidad » gestionar los comentarios.
Legitimación » tu consentimiento.
Destinatarios » los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Hostalia (proveedor de hosting de ElBúldeEdenia.com)
Derechos » podrás ejercer tus derechos, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.